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Tony Herrera Grao

Cambio de siglo

Tony Herrera GraoNace el 6 de Agosto de 1.970 en San Roque (Cádiz), aunque vive toda su infancia y adolescencia en La Línea de la Concepción hasta los 18 años, momento a partir del cual se traslada a Córdoba a cursar estudios universitarios y donde reside desde entonces. Licenciado en Ciencias Biológicas y Titulado Superior en Desarrollo Rural por la Universidad de Córdoba; Máster de Gestión Medioambiental. Es miembro de la Federación Andaluza de Fotografía, de AFOCO (Agrupación Fotográfica de Córdoba), AFAL (Agrupación Fotográfica Artística Linense) y del equipo fotográfico Artesanos del Ruido.

Exposiciones individuales

Ha expuesto obras en numerosas exposiciones «colectivas» a nivel nacional e internacional y ha realizado numerosos trabajos para las más prestigiosas publicaciones.

Principales Premios

Comentarios sobre la exposición:

Cambio de sigloPara los que pertenecemos a una generación marcada por el final de la dictadura en España y que, como en mi caso, tan sólo alcanzamos a respirar los últimos cinco años del franquismo desde la cuna, los primeros pasos y poco más. La llegada del siglo XXI siempre creímos de adolescentes que iba a ser un momento mu especial. De niños pensábamos que en el año 2000 la conquista del espacio sería una realidad al menos a nivel de nuestro sistema solar. Soñábamos que siendo aún jóvenes quizás visitásemos alguna colonia espacial, y que en la Tierra, el hombre habría conquistado el mar. Y soñábamos de adolescentes que el planeta se llenaría de edificios y estructuras modernas, perfectamente diseñadas, ¡el dominio de la ingeniería y la inteligencia humana!… Y por supuesto, creíamos que el mundo sería un mundo mejor, mejor aún que el que nuestros padres se esforzaban por crear para nosotros.

Llegado el Cambio de Siglo ¡¡ cuanta desilución !!. Desilución por el engaño en el que habíamos vivido, y desilución por el estado y rumbo del planeta. Aquella obsesión en la que se nos había educado, del dominio de la naturaleza por parte del hombre que todo lo desea tener bajo control, resulto ser una filosofía errónea, aunque aún sean muchos los que se resistan a admitirlo. Aquella paz que reinaba en los años de nuestra infancia no era más que una cortina que ocultaba una realidad nefasta que lejos de mejorar se extendía y extendía, y que tuvimos que descubrir cuando nos hicimos adultos. Nuestro planeta, lejos de ser una perla brillante en el espacio, resulta ser una manzan podrida que cada vez huele peor.

Pero es cierto que l@s españolit@s de mi quinta tenemos la ventaja de ser la generación de la esperanza y el optimismo, pues es lo que mamamos de nuestros mayores cuando aún siendo muy niños, un señor mayor anunciaba en la televisión la muerte de Franco. Y ahora, tras comprobar que el comienzo del siglo XXI no es más que la continuación de la realidad que durante un tiempo no conocimos, los de la generación de la esperanza tenemos el deber de cambiar la filosofía imperante. Lejos de dominar a la naturaleza para adaptarla al hombre, hemos aprendido que somos nosotros los que debemos adaptarnos a ella para conseguir la armonía necesaria, sólo así quizás nuestros nietos puedan un día pasear por el sistema solar, o simplemente vivir en un mundo mejor.

Pero hay algo que quizás nuestros mayores veían venir pero no habían imaginado.. aunque el machismo sigue imperando, sobre todo en algunos lugares, ¡la mujer está tomando lentamente pero sin pausa las riendas de la dirección del mundo!. Este será el siglo de la alternancia en el poder, hasta que quizás finalmente se equiparen las fuerzas. Pero parece que será principalmente en la mujer en la que debamos depositar nuestras esperanzas para un futuro próximo, pues su incorporación a la toma de decisiones aportará mucho de bueno. Si esto es así, el Cambio de Siglo nos llevará hacia un siglo XXI que será el siglo de la Mujer y la Biodiversidad. Un retorno a la Madre Natura para preguntarle, como cuando éramos niños: ¿porqué mamá?… y aprendamos de sus respuestas.

Las obras de este trabajo fotográfico no pretenden contar ninguna historia, tan sólo extrañas y complejas instantáneas, cargadas de simbología y capturadas de una mente que reflexiona, tiene sus miedos y sobre todo sueña con la esperanza para este nuevo siglo.

Tony Herrera Grao.